Se inició la intervención sanitaria con la vacuna propia Abdala en Santiago de Cuba

Después de cumplidas las tres fases de ensayo clínico con la vacuba cubana, Abdala, se inició en Santiago de Cuba la intervención sanitaria, último paso antes de certificar la vacuna. Un éxito de la Ciencia en Cuba.

La Ciencia cubana:Adalid de la nación.

Rafael Carela Ramos En estos tiempos de pandemia de la Covid-19, por su consagración al trabajo, humanismo y resultados de su noble labor, los científicos, expertos, médicos, técnicos y trabajadores en general de la Salud Pública cubana, pueden considerarse como verdaderos adalides de la nación. En particular, voy a referirme, a la entrega y profesionalidad de los científicos cubanos, en medio del actual enfrentamiento global contra esta enfermedad, en que no pocos luchan denodadamente por encontrar un medio de frenar la morbilidad y letalidad del virus SARS-COV-2 que la origina. Nuestros científicos y demás personal del ramo, pese al cerco imperial, han estado envueltos en una labor digna de encomios, con voluntad y responsabilidad por delante, en la creación de vacunas para la protección de la población, llegando a trabajar, al mismo tiempo, en cinco candidatos vacunales, quizás el único caso en el mundo. De estos cinco candidatos: Soberana 01, Soberana 02 y Soberana Plus, han sido creados por el Instituto Finlay de Vacunas (IFV); y Abdala y Mambisa, por el Centro de Ingeniería Genética y Biotecnologia (CIGB): Soberana 02 y Abdala han concluido las tres fases del ensayo clínico, y esta ultima ya se utiliza en la intervención sanitaria con trabajadores de la salud de varias provincias del país, personal muy expuesto en la zona roja; vacuna en la que se destaca su elevador nivel de eficacia y seguridad. La directora general del centro creador, doctora Marta Ayala Ávila, precisó a la prensa nacional, que como parte de la evaluación de los resultados obtenidos en las fases anteriores con Abdala, los pocos eventos adversos detectados se clasifican en el 95 % como leves, y el 5 %, moderados. Ninguno grave. “No ha faltado –agregó la especialista-, el rigor ni el cumplimiento de las normativas y las regulaciones que dictan las agencias reguladoras…Este es un momento muy importante de todo el desarrollo que hemos logrado hasta aquí”. A este proceso, necesario para la certificación de las vacunas se une, con similares características y posibilidades, la Soberana 02. Por otra parte, el candidato vacunal Soberana Plus va rumbo a la etapa final de la fase II de los ensayos clínicos, esencialmente para convalecientes de la Covid-19, también con magníficos resultados en cuanto a la seguridad y inmunogenicidad del producto, hasta el momento. El investigador principal de los ensayos clínicos de este candidato vacunal, Dr. Arturo Chang Monteagudo, subrayó que este “no sólo va a proteger a los convalecientes, sino que va a ser una dosis de refuerzo para las persona que reciban otra vacunas…Una vez administrado a los convalecientes, eleva los anticuerpos protectores contra la enfermedad”. En cuanto a Mambisa, el otro candidato vacunal desarrollado por el CIGB, a partir de su seguridad e inmunogenicidad, se ha ido considerando, asimismo, para la aplicación a los convalecientes, o como dosis de refuerzo. Próximamente, se aprobará para iniciar las fases I y II. El criterio generalizado de los voluntarios que han sido sometidos al estudio de los ensayos clínicos y la actual intervención sanitaria, es que se sienten bien y expresan su confianza en la ciencia cubana, así como su agradecimiento por la gratuidad del servicio. De esta forma, se vacunará a toda la población, con vacunas propias y absolutamente gratis. Todo esto ha requerido enormes gastos y un esfuerzo extraordinario de la dirección del país, los directivos, cuadros y personal en general de Salud Pública, y de otros sectores de la sociedad, con un sistema general de Salud que puede servir de modelo a muchas naciones más desarrolladas que Cuba, pero con menos voluntad política para servir a su pueblo. La Ciencia cubana ha acompañado a la Revolución desde sus inicios, contribuyendo al bienestar de la población y al desarrollo del país; un verdadero adalid de la nación.