viernes, 12 de febrero de 2016

Se trata de la restauración del Neoliberalismo

Rafael Carela Ramos #SantiagodeCuba.El triunfo de la derecha en las recientes elecciones presidencial en Argentina y parlamentaria en Venezuela, han hecho pensar a no pocos, con preocupación, en la posibilidad de la restauración del neoliberalismo en los países de gobiernos progresistas en América Latina. Y aunque nuestros países no están en un estado de panacea, como tampoco lo está la mayoría del mundo, algo así, sería retornar a un pasado donde imperó la injusticia, la pobreza, el desempleo, la falta de educación y de salud pública, el deterioro del medio ambiente, y el ahondamiento del abismo entre ricos y pobres. -¿Qué ofrece el neoliberalismo en AL? Es necesario recordar que el neoliberalismo es una corriente de pensamiento y acción que se instauró cuando el capitalismo monopolista de estado, que sacó al capitalismo de la gran crisis de los años 1929-1933, ya no funcionaba para garantizar el sistema del gran capital. Los primeros países en asumirlo fueron Inglaterra, en 1979, Estados Unidos, en 1980, y Alemania, en 1981. Posteriormente, en esa misma década, les siguieron, entre otros, países de América Latina. Los principios en que se asienta este modelo son la privatización, los recortes sociales (programas de salud, educación seguridad y asistencia sociales), y el convertir al Estado en guardián de los intereses de las transnacionales, además de la especulación financiera, por encima de las inversiones para la producción de bienes materiales. Recuerdo cuando estudiaba acerca del tema, años atrás, se nos decía tener presente, además, por la vigencia que tiene en la aplicación de esta política, las exigencias del Fondo Monetario Internacional (FMI), tales como las privatizaciones masivas, la disminución del papel del Estado, y los ajustes presupuestarios que traen como consecuencia el incremento del desempleo, la pobreza, la inseguridad social, y la dependencia económica de los países subdesarrollados, entre otros males. Precisamente, por estos días, hemos podido confirmar la realidad de esta política, con el ejemplo de lo que ocurre en Argentina. Apenas el derechista nuevo presidente Macri asumió el poder, decretó el cierre de instituciones y el despido de más de 12 mil de trabajadores estatales, así como la rebaja en la cotización de moneda argentina en relación con el dólar, y el solicitar créditos del FMI, lo cual seguramente conllevará, como en anteriores gobiernos de corte neoliberal, al endeudamiento del país. Eso es lo que puede ofrecer el neoliberalismo que se pretende restituir en nuestra región, y para lo cual se llevan a cabo las guerras económicas y mediáticas contra Venezuela, Ecuador, Brasil y Bolivia, patrocinadas por el imperialismo con la participación de la burguesía nacional. Ante este fenómeno que amenaza a todos, no hay una receta absoluta, como nada en la vida, pero muchos ven en la unidad y cooperación entre los pueblos y de los diferentes sectores de la sociedad de las naciones del continente, está el modo de enfrentarlo. Por eso, como expresa la Declaración Política de la reciente IV Cumbre de la CELAC, en Quito, se expresa “ la necesidad ineludible de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños de actuar unidos y cohesionados, para consolidar su proceso integracionista, enfrentar los efectos de la crisis económica internacional y preservar a América Latina como una zona de paz, que nos e traduce solamente en la ausencia de guerra, sino en una real presencia de justicia, de dignidad y de oportunidad para todos”.

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