Rafael Carela Ramos
El secretario de Estado norteamericano Rex Tillerson, en el inicio de su reciente viaje
por varios países de América Latina, hizo declaraciones injerencistas que
instigan al derrocamiento del gobierno legítimo de Venezuela; intentó socavar
el rechazo de la comunidad internacional a las medidas del endurecimiento del
bloqueo de USA contra Cuba; y ponderó la
Doctrina Monroe, enfatizando que “ es hoy tan relevante como cuando se
escribió”, hecho que constituye un nuevo atropello contra la región, lo cual ha despertado la alerta y el repudio
de nuestros pueblos.
La Doctrina Monroe, según las fuentes consultadas, que se sintetiza en
la frase «América para los americanos», fue elaborada por John Quincy
Adams, y presentada al Congreso por el entonces presidente James Monroe,
el 2 de diciembre del año 1823.
Establecía el documento que cualquier intervención de los europeos en América
sería vista como un acto de agresión que requeriría la intervención de Estados
Unidos.
En realidad, “América para los
americanos” quiere decir América para Estados Unidos, que considera a
Latinoamérica como su patio trasero.
A lo largo de la historia, se
ha demostrado que esa Doctrina ha sido
utilizada para justificar las numerosas intervenciones militares contra
Latinoamérica, y el apoyo y financiamiento a golpes de Estado contra gobiernos legítimamente elegidos por
su pueblo, pero que no fueron ni son del agrado de los intereses
estadounidenses.
La relación de estas
agresiones es larguísima, pues de una forma u otra, comenzó con México en 1846,
siguiéndole en orden, Nicaragua, 1855; Cuba, 1901; Dominicana, 1904; Panamá,
1908; Nicaragua, 1912; Haití, 1915; Dominicana,
1916; Honduras, 1924; Panamá, 1925; Nicaragua, 1933, Guatemala, 1954; Dominicana,
1965; Granada, 1983; Panamá, 1989.
De misma forma, apoyó y
financió los golpes de Estado o invasión, en
Cuba, 1952; Ecuador, 1961; Dominicana, 1963; Brasil, 1964; Uruguay y
Chile, 1973; Venezuela, 2002, entre otros; y la derrotada invasión por Playa
Girón, Cuba, en 1961, todo lo cual ha costado cientos de miles de muertos.
Estas acciones no fueron para defender a estos países de
intervenciones europeas, sino con el propósito de apropiarse de recursos estratégicos,
el control territorial o para la
expansión del modelo económico
neoliberal.
Ahora, el recetario Tilleson,
en concordancia con las indicaciones de su jefe el presidente Donald Trump,
pretende revivir la Doctrina Monroe,
empezando por el derrocamiento del legítimo gobierno bolivariano, con la
complicidad de algunos gobiernos de países
afines, y en el caso de Cuba, entre otras medidas, con la creación de una Fuerza
de Tarea en Internet, con el objetivo de subvertir el orden interno en la isla,
olvidando que aventuras anteriores, como el caso de los proyectos contrarrevolucionarios
ZunZuneo, Piramideo y Commotion, en 2014, además de las mal llamadas Radio y TV
Martí, fracasados ruidosamente.
Y quiero concluir citando un
párrafo de la declaración que al respecto, diera a conocer al Ministerio de
Relaciones Exteriores de Cuba: “Es obvio y lamentable que ni el Presidente de
Estados Unidos ni su Secretario de Estado conocen a América Latina y el Caribe. El nuestro ha
sido un continente sometido al dominio humillante de EE.UU., interesado sólo en
extraer sus recursos en una relación desigual. Pero Nuestra América ha
despertado y ya no será tan fácil doblegarla”.
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