martes, 3 de abril de 2018

Los millones del Tío Sam contra Cuba




Rafael Carela Ramos

Del presupuesto aprobado por el Congreso de Estados Unidos, la Administración Trump  dedicará este año 20 millones  de dólares para la subversión contra Cuba.

Esta es la continuación de una política puesta en práctica   oficialmente en el 2007, en cumplimiento de un aspecto de la Ley Helms Burton de 1996, que establece la obligatoriedad de la Administración dedicar dinero a las instituciones  y programas desestabilizadores contra la isla.

De acuerdo con varios medios de prensa nacionales y extranjeros, escritos y digitales consultados, en el 2007 el monto fue de 13,3 millones de dólares; desde el 2008 hasta el 2012, 20 millones cada año; el 2013, 13 millones; en el 2014 y 2015, nuevamente 20 millones; en el 2016, 30 millones; en el 2017, los fondos fueron recortados por Trump; y en 2018, fueron entregados 20 millones de dólares.

En las últimas dos décadas, se han destinado en total 284 millones de dólares para programas cuyo objetivo es el cambio de régimen en Cuba.

A esto se le suma que desde 1984 al 2015, las administraciones norteamericanas han dedicado 797 millones de dólares a las transmisiones  de las mal llamadas Radio y Televisión Martí, sin contar lo que se aprueba en secreto con el mismo fin.

Con parte de estos recursos, aportados por los contribuyentes estadounidenses, se han beneficiado instituciones, proyectos y personas, como los llamados Directorio Democrático  Cubano,  con el objetivo de promover  un supuesto activismo cívico en Cuba; CubaNet News Inc, para incrementar la actividad de los “periodistas independientes”; Promoción de Jóvenes Dirigentes y Participación, que trabaja para inculcar valores “democráticos” a jóvenes agentes que se proyecten como futuros líderes de la sociedad civil cubana.

Y, más recientemente, el Proyecto de la Sociedad Libre Inc.,  cuyo fin es recoger y organizar la memoria de pretendidas violaciones de los Derechos humanos en Cuba;  la Promoción de Participación Ciudadana, que tiene  como labor la promoción de la interacción de los agentes con miembros de la comunidad, entre otros, según Panorama Mundial de Noviembre 2017.

Del dinero asignado para financiar actividades contra Cuba, también se han beneficiado instituciones y grupos  contrarrevolucionarios asentados en EE.UU., principalmente, en Miami, y los autotitulados “disidentes” internos, que viven a costa de obrar contra su país, de acuerdo con los intereses de USA.

Todos estos proyectos y actividades han fracasado, frente a la voluntad de los cubanos de defender la Patria y mantener y desarrollar la sociedad socialista elegida como destino.    



















































  
  
   































  
  
   

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