LA CONSTITUCIÓN DE TODOS LOS CUBANOS Rafael Carela Ramos A juzgar por los resultados registrados en la consulta popular sobre el Proyecto de Constitución de la República de Cuba, en la primera semana, el proceso va siendo positivo. De acuerdo con el documento, la Constitución es la Ley fundamental de un Estado. Establece los principios y valores esenciales de la organización sociopolítica de un país y contiene sus fundamentos políticos, económicos, sociales y jurídicos, así como la estructura del Estado y sus relaciones con los individuos. El contenido de este proyecto está conformado por 224 artículos, divididos en 11 títulos, 24 capítulos y 16 secciones. De la actual Constitución, se mantienen 11 artículos, se modifican 113 y se eliminan 13, los cuales serán sometidos a la consideración del pueblo hasta el 15 de noviembre, en más de 135 mil reuniones. Desde las primeras reuniones de la consulta, que comenzó el pasado 13 de agosto, cumpleaños 92 del líder histórico de la Revolución cubana, Fidel Castro Ruz, se evidenció la participación activa y comprometida de hombres y mujeres, trabajadores y estudiantes, jóvenes y ancianos, los que expresaron, con absoluta libertad, sus criterios, propuestas y sugerencias en cada uno de los puntos tratados. Entre los aspectos que han recibido la más rotunda aceptación esta la confirmación del carácter socialista de nuestro sistema político, económico y social, así como el papel rector del Partido Comunista de Cuba. El proyecto va a la base cuando mantiene que el sistema económico se fundamenta en la propiedad socialista de todo el pueblo sobre los medios fundamentales y la planificación, a la que se añade el reconocimiento del papel del mercado y las nuevas formas de propiedad no estatal, incluida la privada. El documento refuerza la confianza del pueblo en su Revolución, y así lo han expresado muchos ciudadanos participantes en estas reuniones, en la reformulación de derechos económicos y sociales como el de la Salud y la Educación, los que se mantienen como función del Estado y con carácter gratuito, logro del que no pueden blasonar muchos países desarrollados. Lo mismo podemos decir de la Educación, responsabilidad estatal, que es gratuita a todos los niveles, desde el preescolar hasta la universidad. Subraya el documento que el contenido del derecho a la igualdad adquiere mayor desarrollo al incorporarse, a los ya existentes, la no discriminación por género, identidad de género, orientación sexual, origen étnico y discapacidad. Un tema que las agencias y medios de difusión han reflejado como polémico, es el del párrafo 192, artículo 68, el que modifica la actual concepción de que el matrimonio sólo es posible “entre un hombre y una mujer”, y que se propone cambar por “entre dos personas” con aptitud legal para ello. Acerca de este asunto, una directora de escuela primaria me comentó que una maestra le expresó su preocupación sobre el cómo se le va a explicar, por ejemplo, a niños en general, y a un niño adoptado en particular, quién es su padre, en el caso de la unión de dos mujeres, y quién es su madre, en el caso de dos hombres. Al mismo tiempo, hay quienes consideran que la no aceptación es una forma de discriminar a esas personas. Creo que, acuérdese lo que se acuerde, la polémica acerca del tema va a continuar mucho más allá de la consulta popular, su análisis en la Asamblea Nacional, y la votación en un referendo. Un punto que no podía faltar, entre otros, es el del derecho a la defensa de la Patria, actitud que define al cubano patriota y que es abrazada por la gran mayoría de nuestro pueblo. Podríamos seguir ahondando en el contenido del Proyecto de la nueva Constitución de la República, pero no olvidar que son 224 artículos, todos ellos de gran trascendencia para el futuro de la nación. Sólo agregar el carácter histórico de esta convocatoria, que incluye la posibilidad de participación de los cubanos residentes en el exterior, sin dudas un ejercicio demostrativo de democracia y soberanía nacional.