domingo, 9 de diciembre de 2018

Los derechos humanos no son sólopalabras

Rafael Carela Ramos La Declaración Universal de Derechos Humanos fue adoptada por la Tercera Asamblea General de las Naciones Unidas, el 10 de diciembre de 1948, hace 70 años, en París. Ninguno de los entonces 56 miembros de las Naciones Unidas votó en contra del texto, aunque Sudáfrica, Arabia Saudita y la Unión Soviética se abstuvieron. El documento de Naciones Unidas señala que “los derechos humanos son derechos inherentes a todos los seres humanos, sin distinción alguna de nacionalidad, lugar de residencia, sexo, origen nacional o étnico, color, religión, lengua o cualquier otra condición. Todos tenemos los mismos derechos humanos, sin discriminación alguna. Estos derechos son interrelacionados, interdependientes e indivisibles”. Sin embargo, en los últimos tiempos, este concepto ha sido utilizado por las fuerzas de derecha capitalista y la extrema derecha internacional, especialmente del imperialismo norteamericano y sus aliados, para condenar, satanizar, bloquear o atacar, de distintas formas, a los países con gobiernos progresistas o que simplemente no se someten a sus designios. No son pocas las naciones que hoy son atacadas, incluso militarmente, bloqueadas o que viven bajo la presión imperial, abanderada del neoliberalismo, porque han escogido su propio camino de pensar y desarrollarse, o porque tienen recursos naturales de los cuales los más poderosos quieren apropiarse, en un claro ejemplo de esta política, de la cual hacen víctima o pretenden hacerlo, a países como Venezuela, Bolivia, Nicaragua, Cuba y otros, además de los países que, sobre la base de las más diversas formas y recursos deleznables, la derecha reaccionaria ha asumido el poder y trata de eliminar todo lo que gobiernos anteriores hicieron en bien de su pueblo, como en Argentina y Brasil. Los derechos humanos tienen diferentes interpretaciones. Para Estados Unidos, por ejemplo, lo principal son las elecciones llamadas libres, la libertad de expresión, la libre asociación y otros por el estilo, que tienen valor, pero no deciden en la vida individual, sobre todo, cuando no se cumplen Para el Gobierno de Cuba y su pueblo, los derechos fundamentales del ser humano son el derecho a la vida, a la salud, la educación y la cultura, como cimiento del desarrollo personal y familiar, sin negar otros derechos como al trabajo, la vivienda, el deporte, etcétera. Como los derechos humanos no son sólo palabras, el pasado año 2017, se destinó el 51 % del Presupuesto del Estado de los gastos de la esfera social a los sectores de la Salud Pública, Asistencia Social y Educación, asegurando la vitalidad de actividades fundamentales de la población, que incluyen aspectos tan sensibles como el logro de una baja mortalidad infantil, la garantía de las pensiones a más de 1 millón 670 000 jubilados y el pago por maternidad, según informe del Ministerio de Finanzas y Precios. En este análisis no podemos olvidar la cooperación médica internacional, que han permitido salvar millones de vidas humanas y prevenir otras muchas muertes, gracias a la labor profesional, el amor y el desvelo de los médicos cubanos Mientras, Estados Unidos, ha causado cientos de miles de muertes con invasiones, bombardeos y patrocinamiento de grupos terroristas en Afganistán, Irak, Libia y Siria, así como torturas en prisiones secretas, y la discriminación racial de los afroamericanos, latinos, inmigrantes, y de las mujeres, en una ronda inacabable de hechos contra los derechos humanos. Los gastos del presupuesto nacional para asegurar todas estas fundamentales actividades, en el presente año, han tenido similar comportamiento. Como colofón, diremos que Estados Unidos sólo ha suscrito 18 de los 61 instrumentos internacionales establecidos de derechos humanos; ni ha ratificado instrumentos relativos a la mujer, los niños y los discapacitados. En tanto, Cuba ha ratificado 44 de estos instrumentos, y los lleva a la práctica. Estos son los hechos, los que demuestran de qué lado está la verdad.

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