sábado, 14 de diciembre de 2019

Crónica del sábado: El "Senado" santiaguero

RAFAEL CARELA RAMOS Nadie podría asegurar con certeza cómo y cuándo se formó y comenzó a funcionar el “Senado” de Santiago de Cuba. Podría haber sido en la etapa de la dictadura batistiana en los años 50, antes del triunfo de la Revolución, o quizás antes; pero, su carácter informal, impide exactitudes. Lo cierto es que muchos fueron los iniciadores en otra época, y lo que viven, son ahora hombres en su mayoría de la tercera edad, de diferentes razas y color de la piel, profesiones y oficios, que concurrían y otros aún concurren, a sentarse en bancos del céntrico Parque de Céspedes de la ciudad, a debatir acerca de la actualidad y cuanto tema venga al caso. Allí se opina y se debate sobre política, economía, el estado del tiempo, deportes, cultura, asuntos cotidianos, el estado de salud de alguno de los miembros ausente del grupo, y de la posible solución de cuanto problema humano o divino existe, en un modo peculiar de tratar de arreglar el mundo. En este “Senado” , que se renueva con el tiempo, han participado cientos de personas, entre los que se incluyó a mi padre, que diariamente, después de la comida vespertina, iba a ocupar su asiento junto al resto de sus compatriotas. No pocos hijos y nietos conocen de las historias contadas en estas reuniones, no convocadas por nadie, de gente que luego salió de allí y se incorporó a la lucha clandestina o en las montañas orientales, y las recuerdan con respeto, a sabiendas de que en los debates se dicen muchas cosas que ponen a pensar. Ese es el “Senado” santiaguero.

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