viernes, 26 de marzo de 2021

Qué pasa con las colas en Cuba

Rafael Carela Ramos Las colas que hace nuestra población para comprar los productos que necesita en los centros comerciales, y que no siempre alcanzan para todos, como un mecanismo de orden y disciplina, es una de las desgastadas cartas que utilizan los enemigos de este país, de dentro y de afuera, para denigrar la Revolución, con el propósito de contribuir a derrocar el sistema político-social elegido libremente por los cubanos. De manera sistemática, apátridas y mercenarios digitales, inundan las redes sociales con toda clase fake news, injurias y mentiras, y aunque no se las creen ni ellos mismos, sí influyen en aquellos que no están bien informados o han perdido el espíritu de lucha en medio de las dificultades que enfrenta el país. De las colas, que no sólo se hacen en Cuba, son el reflejo de las carencias pasadas y actuales, con su carga de sacrificios e insatisfacciones, no se dicen las causas que las originan, que en su esencia no se deben a la falta de esfuerzos y de voluntad del Gobierno y su pueblo, sino principalmente a la guerra económica de USA contra la isla, en violación de los derechos humanos de los cubanos. De acuerdo con datos oficiales, entre 2019 y 2020 Estados Unidos aplicó 17 medidas coercitivas para impedir que los norteamericanos y cubanos residentes en ese país vuelen a la isla; prohibió los viajes turísticos a Cuba; los vuelos chárteres, cruceros, aviones y embarcaciones privadas; mientras que en alimentación y agricultura se contabilizan daños por 428 millones 894 mil 637 dólares. Incluso, EE.UU. lleva a cabo una persecución implacable contra los buques y navieras extranjeros que trasportaban petróleo a Cuba, que como es sabido no es posible la vida moderna sin este vital producto, todo lo cual es una violación de los derechos humanos de los cubanos. En un documento que será analizado en el 8vo. Congreso del Partido Comunista de Cuba, que se efectuará del 16 al 19 de abril próximo, dado a conocer por el rotativo Granma, se estima que en el 2020 la economía cubana sufrió una contracción en torno a un 11 %, derivada de las afectaciones en la actividad económica por el impacto del bloqueo y de la pandemia de la Covid-19. En resumen, en los casi 60 años de la imposición del bloqueo económico, comercial y financiero de Estados Unidos contra la isla, ha provocado pérdidas a la economía por más de 144 413 millones de dólares, a precios corrientes, afectando a todos los sectores de la sociedad. Como es apreciable, con semejantes afectaciones, ni con una varita mágica hay economía que se mantenga solvente y estable, ni que no tenga que trabajar y luchar duramente para sobrevivir y desarrollarse, en medio de las dificultades. Nos queda un reto, en cuanto a las colas: lograr que se realicen como ha de ser, con orden y disciplina, eliminando todos los “inventos” que se llevan a cabo por no pocos que se creen “bichos”, cuando no dueños de todo, y que enrarecen la organización colectiva. No olvidar, tampoco, que con el aumento del envejecimiento de la población cubana, que ya sobrepasa el 21 % con 60 años más, debe tenerse consideración a los más vulnerables, como discapacitados, enfermos y embarazadas, además de cumplir y mantener las medidas sanitarias en público, orientadas por el ministerio de Salud Pública. Si se pretende ser justo, al enfocar un problema, hay que referirse no sólo a los efectos, sino también a las causas que lo originan. Pero los que escriben por interés contra Cuba, de aquí y allá, sólo tienen como principio y fin el dinero, porque la vergüenza y el amor por la tierra que los vio nacer, no existen en su pensamiento ni en su acción.

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