Transformar barrios y comunidades más vulneralbes en Cuba

Rafael Carela Ramos Por estos días, se lleva a cabo en el país una tarea que debe conducir al mejoramiento de las condiciones de vida de muchas personas y al fortalecimiento de la unidad de los cubanos: la transformación de los barrios y comunidades más vulnerables de esta sociedad. Esta actividad, de hondo sentido humano y social, permitirá dar luz a las sombras de calles con baches y sin alumbrado; suprimir salideros y obstrucciones; reparar hasta donde se pueda, viviendas en mal estado, en medio de la difícil situación que enfrenta el país debido al bloqueo de Estados Unidos y la pandemia de la Covid-19 ; reconstruir los consultorios del Médico de la Familia; mejorar el abasto de agua, y en lo posible, hacer propuestas a sus moradores desvinculados del estudio y el trabajo. En este proyecto multisectorial, que se extiende a todo el país, participan ministerios, empresas, centros laborales, organismos, organizaciones, profesionales, técnicos, obreros y estudiantes de diversos sectores y enseñanzas. Con los mismos limitados recursos con que cuenta la nación, pero mejor articulados a todos los niveles, emprendió y continúa su marcha. De modo particular, se han constituido Brigadas Juveniles de Trabajo para contribuir a investigar y buscar soluciones a los acuciantes problemas que existen en las comunidades más vulnerables, con la idea de trabajar muy cerca de la gente, conocer sus preocupaciones e inquietudes, escucharlos y darles la respuesta adecuada en cada caso, en una labor que, como dijo la Segunda Secretaria del Comité Nacional de la Unión de Jóvenes Comunistas (UJC), “los hará crecer como seres humanos y revolucionarios”, al mismo tiempo que ayudan a crecer a los demás. Pero en esta labor también participan, de distintas maneras, en una conjunción de educación y compromiso, los habitantes de estos barrios más pobres, hombres y mujeres, en ayuda a sí mismos y al resto de la comunidad. En la provincia de Santiago de Cuba, tiempo atrás, se realizó esta tarea, con mayor envergadura, en varias áreas de la ciudad homónima y sus alrededores, especialmente en el reparto San Pedrito, otrora de gente humilde en su mayoría, donde se construyeron decenas de edificios multifamiliares, y hoy viven muchos de sus antiguos moradores y de otros sitios del territorio; se repararon viviendas, pavimentaron calles, y se cambio el alumbrado y modernizó, entre otras mejoras que mucho agradece esa población. Ahora se ha retomado el proyecto “Santiago Arde”, que con los mismos objetivos se realiza en comunidades santiagueras, con la participación de los delegados del Poder Popular, consejos populares, organizaciones de masas, líderes comunitarios y sobre todo, sus habitantes. Esta importante obra, que forma parte de la política de la Revolución de darle la mano a los menos favorecidos, es visitada y controlada por dirigentes de la nación, la provincia y los municipios, que están al tanto de lo que se hace, a la vez que se informan de lo que falta por hacer, para mejorar en lo posible, lo que sea mejorable.