viernes, 15 de julio de 2016

LOS PRINCIPIOS CARACTERIZAN LOS DOCUMENTOS APROBADOS EN EL VII CONGRESO DEL PCC

Rafael Carela Ramos #SamtiagodeCuba.-Por estos días, tiene lugar el proceso de consulta del Proyecto de Conceptualización del Modelo Económico y Social Cubano de Desarrollo Socialista y el Proyecto Plan Nacional de Desarrollo Económico Social hasta 2030. Propuesta de Visión de la Nación, Ejes, y Sectores Estratégicos, en los núcleos del Partido, conjuntamente con los comités de base de la Juventud Comunista. La experiencia no es inédita, pues otras medidas de interés nacional para todo el pueblo también han sido sometidas al criterio de los cubanos, pero en esta ocasión su trascendencia radica en que ambos documentos constituyen la guía conceptual y el fundamento teórico para el posterior desarrollo socialista del país a que aspiramos. En la introducción, se explica que el Modelo que se está poniendo en práctica, se corresponde con las condiciones de la etapa actual, en que resulta imprescindible que la propiedad socialista de todo el pueblo se consolide como la principal -asunto explicado por los teóricos del marxismo y asumido por posteriores dirigentes de países que han escogido el camino independiente de desarrollo-, coexistiendo con otras formas, en función de avanzar hacia una sociedad socialista próspera y sostenible. No se desconoce aquí que entre los principales problema que se agudizaron en estos años se destacan los desequilibrios entre la disponibilidad y las necesidades de divisas; la oferta y demanda de productos y servicios; obsolescencia tecnológica; subutilización e ineficiencia de la base productiva; la infraestructura y el proceso inversionista;, crecientes riesgos y daños medioambientales; así como la falta de organización, exigencia y control. Tampoco se desconoce que persisten limitaciones para la satisfacción de múltiples necesidades, lo que unido al impacto de la dualidad monetaria y cambiaria sobre el poder adquisitivo, ha incrementado las diferencias económicas y sociales no provenientes del trabajo aportado. De la misma forma, se alude como una de las principales fortalezas con que cuenta Cuba para alcanzar ese objetivo, la unidad del pueblo cubano, su firme y soberana decisión de ser independiente y construir una sociedad socialista, con su juventud, exponente de lo mejor de la obra de la Revolución, heredera de las tradiciones de lucha y preparada para continuar su desarrollo en las nuevas condiciones históricas. En el estudio de estos documentos resaltan los principios que lo sustentan, empezando por los Lineamientos aprobados por el VI Congreso del Partido, en abril del 2011, que constituyen la base fundamental para su conceptualización. En la Conceptualización del Modelo se fija el papel y funciones de los principales actores económicos y del Estado en todos sus niveles de dirección, y destaca como decisivas la Educación, la Salud, la Ciencia, la Tecnología e Innovación, la Cultura y la Comunicación Social, así como la protección de los recursos y el medio ambiente, entre otros sectores. Puntualiza que la sociedad socialista próspera podrá alcanzarse a partir del trabajo, una profunda conciencia revolucionaria, el cumplimiento del deber, alta motivación y productividad, el ahorro, la eficiencia, y en especial, la aplicación de la ciencia, la tecnología y la innovación. Al mismo tiempo señala, entre los principios de nuestro socialismo que sustentan el Modelo, la dignidad, igualdad y libertad plenas del ser humano; el papel dirigente del Partido Comunista de Cuba, único y vanguardia organizada de la nación, martiano, marxista leninista y fidelista, fuerza dirigente superior de la sociedad y el Estado; la democracia socialista sobre la base del poder soberano del pueblo; el Estado socialista como garante de la libertad, la independencia , la soberanía, de la participación y control populares, de la preservación de la identidad nacional y el patrimonio del pueblo. El documento subraya la propiedad socialista de todo el pueblo sobre los medios fundamentales de producción, forma principal de la economía nacional; que la defensa y la seguridad nacional constituyen objetivos esenciales para garantizar la preservación del sistema político, económico y social cubano; el reconocimiento moral y jurídico de la igualdad de derechos y deberes de la ciudadanía y la garantía de hacerlos efectivos con equidad, inclusión y justicia social. Y, entre otros principios, el derecho al trabajo, la salud, la educación, a la seguridad ciudadana, la información, la comunicación social, el descanso, la cultura, el deporte, y al sistema de seguridad y asistencia sociales. He tenido la oportunidad de participar en más de una consulta de estos documentos, apreciando los aportes en ideas, modificaciones, precisiones de vocablos, cambios, aclaraciones y dudas, expuestos por los participantes, enriqueciendo su contenido, y con la validación de haber sido aprobados de forma unánime

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