Un año con Fidel

Rafael Carela Ramos Este 25 de noviembre, cuando se cumple un año de su desaparición física, el legado de Fidel continúa influyendo en el enfrentamiento de los patriotas cubanos a todas las tareas, en aras de alcanzar una sociedad socialista próspera y sostenible. No se posible olvidar que hace un año, el presidente Raúl Castro dio a conocer la muerte del Líder Histórico de la Revolución cubana, ocurrida el viernes 25, a las 10:29 de la noche, noticia que conmocionó a Cuba y al mundo, por tratarse del cubano más grande del siglo XX. Al siguiente día, la Comisión Organizadora de las Honras Fúnebres informó que desde el día 28 y hasta el 4 de diciembre, se le rendiría merecido homenaje a Fidel a lo largo del país, comenzando por el Memorial José Martí de la Capital, donde la población, sobreponiéndose a la consternación firmó el juramento de cumplir el Concepto de Revolución, expresado por nuestro Líder histórico el primero de mayo del 2000, como expresión de la voluntad de dar continuidad a sus ideas acerca de la construcción de nuestro socialismo. El 29 de noviembre, a las 19:00 horas, se realizó un acto de masas en la Plaza de la Revolución de la Habana. Un día después, se inició el traslado de sus cenizas por el itinerario que rememora La Caravana de la Libertad en enero de 1959, hasta la provincia de Santiago de Cuba, concluyendo el día 3 de diciembre. Por todos los lugares por donde pasó el cortejo fúnebre, en inolvidable manifestación patriótica, el pueblo lo recibió entre lágrimas, vivas y gritos de "Yo soy Fidel”, “Toda Cuba es Fidel”. Ese propio día 3, a las 19:00 horas, se realizó un sentido acto de masas en la Plaza Antonio Maceo, en el que los santiagueros expresaron su amor, admiración y respeto por Fidel. La ceremonia de inhumación se efectuó a las 07:00 horas del día 4 de diciembre en el cementerio de “Santa Ifigenia”, en Santiago de Cuba. Los méritos históricos del Líder Histórico de la Revolución Cubana no caben en un libro y mucho menos en un trabajo periodístico, por eso sólo destacaremos que en el orden de la lucha armada comandó el Asalto al Cuartel Moncada el 26 de julio de 1953, luego el desembarco del Granma, el 2 de diciembre de 1956, y la lucha posterior contra la dictadura batistiana en la Sierra y el llano, hasta el triunfo del Ejército Rebelde, el 1ro de enero de 1959. A lo largo de más de 50 años dirigió e impulsó la lucha del pueblo cubano por la consolidación del proceso revo¬lucionario, su avance hacia el Socialismo; la unidad de las fuerzas revolucionarias y de todo el pueblo; las transformaciones económicas y sociales del país; el desarrollo de la educación, la salud, el deporte, la cultura y la ciencia, así como el enfrentamiento a las agresiones externas y la conducción de una activa política exterior de principios. Fidel fue un gladiador contra la política agresiva y de dominación imperialista en el mundo y sus repetidas intervenciones, en particular en América Latina y el Caribe, en países como Santo Domingo, Panamá, Nicaragua, Granada y más recientemente Bolivia, Venezuela y Cuba. Así, llevó a vías de hecho las palabras que el Apóstol de la libertad de Cuba, José Martí, escribiera a su amigo Manuel Mercado, un día antes de su caída en combate:…“ya estoy todos los días en peligro de dar mi vida por mi país, y por mi deber —puesto que lo entiendo y tengo ánimos con que realizarlo— de impedir a tiempo con la independencia de Cuba que se extiendan por las Antillas los Estados Unidos y caigan, con esa fuerza más, sobre nuestras tierras de América. Cuanto hice hasta hoy, y haré, es para eso”. Desde el reposo de sus cenizas en un monolito en el cementerio de Santa Ifigenia, hasta el presente, cientos de miles de hombres y mujeres del pueblo, estudiantes de todas las enseñanzas, dirigentes de organizaciones, representantes de grupos de Amistad con Cuba, mandatarios, congresistas, artistas, escritores y luchadores revolucionarios de muchos países, les han rendido tributo al Fidel antiimperialista y de los pobres de la tierra. En este primer aniversario de su desaparición física, Fidel sigue entre nosotros, guiándonos, orientándonos, exigiéndonos, llamándonos la atención hacia lo correcto que debemos hacer, y alentándonos a continuar la lucha por la sociedad mejor y más humana, que todos anhelamos.