Los derechos de la niñez de cumplen en Cuba

Rafael Carela Ramos Hace 30 años, el 20 de noviembre de 1989, todos los países del mundo, con la excepción de Estados Unidos y Somalia, proclamaron en Ginebra, Suiza, la Convención Internacional de los Derechos del Niño. Las Convención, que es un instrumento jurídico de derechos humanos, consta de 54 artículos agrupados, según este documento oficial, en cuatro grandes temas: El derecho a la supervivencia: El derecho a desarrollar su capacidad mental y física hasta el máximo de sus posibilidades; El derecho a la protección contra las influencias peligrosas para su desarrollo; y el derecho a la participación en la vida familiar; cultural y social. Los estados firmantes han de respetar los derechos enunciados en la Convención y asegurar su aplicación a cada niño sujeto a su juridiscción, sin distinción alguna, independientemente de la raza, el color, el sexo, el idioma, la religión, la opinión política, el origen nacional, étnico o social, la posición económica, los impedimentos físicos, etcétera. Entre los aspectos más importantes, el documento destaca, por ejemplo, en su Artículo 24 que los estados reconocen el derecho del niño al disfrute del más alto nivel posible de salud y a servicios para el tratamiento de las enfermedades y la rehabilitación de la salud, así como asegurar atención sanitaria prenatal y postnatal apropiada a las madres. Del mismo modo, en el Artículo 28 se reconoce el derecho del niño a la educación, implantando la enseñanza primaria obligatoria y gratuita para todos, fomentando la enseñanza secundaria, la general y profesional, y hacer que todos los infantes dispongan de ellas y tengan derecho a ellas, con el fin de desarrollar la personalidad, las aptitudes y la capacidad mental y física del niño inculcándole, al mismo tiempo, el respeto de los derechos humanos y las libertades fundamentales y de los principios consagrados en la Carta de las Naciones Unidas. La protección a la infancia y la adolescencia en Cuba se rige por el principio de que “no hay nada más importante que un niño o una niña”.Cuando el país adoptó la Convención, muchas de sus medidas ya se estaban implementando en la isla. Los derechos de la niñez y la adolescencia han constituido y constituyen un objetivo priorizado del Estado cubano y toda la sociedad. De hecho garantiza el derecho a la vida desde antes de su nacimiento al proporcionar a las embarazadas, sin distinción alguna, los cuidados especiales requeridos, lo que ha permitido alcanzar una tasa de mortalidad infantil de 4 por cada mil nacidos vivos, una de las más bajas del mundo. En tanto, la educación es considerada un derecho de todos en la Constitución cubana, con un sistema gratuito en todos los niveles de la enseñanza. Con este objetivo se creó el proyecto de Divulgación de los Derechos de la Niñez y la Adolescencia en Cuba entre UNICEF de Naciones Unidas y el Gobierno nacional, con el apoyo financiero del gobierno de Finlandia, que propicia elevar el nivel de conocimiento de la niñez, así como de la población adulta del país. El proyecto ha facilitado la creación, en cada una de nuestras provincias, de un Centro de Referencia de los Derechos de la Niñez, que en Santiago de Cuba se integró con carácter multisectorial, con 21 organismos e instituciones. El trabajo de divulgación de los derechos de los niños y las niñas, y de capacitación e influencia en la materialización de estos en la provincia, ha sido reconocido por la Oficina de UNICEF en Cuba, por la amplitud y proyección de sus resultados.