viernes, 16 de octubre de 2015

Se trata de un bloqueo en toda la línea

RAFAEL CARELA RAMOS Por estos días, cuando faltan sólo dos semanas para que sea debatida y sometida a votación la Resolución cubana titulada “Necesidad de poner fin al bloqueo económico, comercial y financiero de Estados Unidos de América contra Cuba”, el 27 de octubre, el tema del bloqueo, que algunos llaman embargo, tiene plena vigencia. Llama la atención, que personalidades y personajes; defensores y detractores de un determinado asunto de la isla; amigos y enemigos de Cuba, definan por igual el bloqueo como “embargo”. Así, por ejemplo, los senadores Jerry Kaine, republicano, y Angus King, independiente, que presentaron el Proyecto “Ley de Comercio con Cuba 2015”, instan a levantar el “embargo”, que permitiría a los agricultores, ganaderos, etc, llevar a cabo libremente negocios con la isla, califican el bloqueo como “embargo”. ( EFE, 11 jun 2015) Durante su discurso en el Rose Garden de la Casa Blanca, el presidente Obama reiteró su llamado al Congreso estadounidense para que ponga fin al “embargo” vigente sobre Cuba, “que no permite a los estadounidenses viajar y hacer negocios en la isla” (AFP, 1 jul 2015). En el libro Canales Secretos con Cuba. La historia oculta de las negociación entre Washington y La Habana, su autor, el académico William LeoGrande, dice refiriéndose a las últimas medidas de flexibilización del bloqueo: “Eso es un ejemplo de lo que el presidente puede hacer dado que su poder para emitir licencias con excepciones al “embargo” es muy amplio”. ( Granma, 19 de septiembre 2015). El senador republicano Marco Rubio, furibundo enemigo de Cuba, manifestó que la coalición de 25 empresas agrícolas de alimentos, encaminada a presionar al Congreso para abolir el embargo, “no es más que el último de los varios intentos fallidos de poner fin al “embargo”. ( Mcclatchy Washington Bureau, EE.UU., enero 2015). De acuerdo con lo establecido en el Derecho Internacional, las medidas punitivas de EE.UU. contra los cubanos, no son menos que un bloqueo, por su contenido, naturaleza, carácter y las afectaciones que le provocan a este pequeño país del Tercer Mundo. El embargo es la forma judicial de retener bienes para asegurar el cumplimiento de una obligación contraída, aunque puede ser también una medida precautoria autorizada por un juez, tribunal o autoridad competente, con igual propósito de hacer cumplir por el deudor sus compromisos. Y Cuba, ni es deudora de Estados Unidos, ni es una amenaza para la seguridad de ese país, por lo que es injusto aplicarle medidas en legítima defensa. Para esclarecer bien la esencia del tema, vamos apoyarnos en la obra de La Dra. Olga Miranda Bravo (fallecida), especialista en el tema del Derecho Internacional, quien escribió en su libro Cuba-USA-Nacionalizaciones y Bloqueo, Editorial Ciencias Sociales, 1996: “Desde la Conferencia Naval de Londres, de 1909, es un principio aceptado en el Derecho Internacional que: el bloqueo es un acto de guerra, y siendo así, sólo es posible su empleo entre los beligerantes. No existe, por otra parte, norma del Derecho Internacional que justifique el llamado "bloqueo pacífico", el cual fue práctica de las potencias coloniales del siglo XIX y del principio del pasado”. El bloqueo de Estados Unidos contra Cuba se implantó oficialmente a las 12:01 del día 7 de febrero de 1962, pero ya desde 1959 ese país venía aplicando políticas de bloqueo contra Cuba, dirigidas esencialmente a socavar los pilares fundamentales de la economía y la defensa de la isla, con el objetivo final de lograr el derrocamiento del Gobierno revolucionario y poner de rodillas al pueblo cubano, objetivo que no han podido lograr, a pesar de las más de cinco décadas de implantado y de haber afectado a la economía nacional en más de 121 mil millones de dólares, por la firmeza del pueblo cubano en su decisión soberana de construir su propio destino.

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