domingo, 30 de abril de 2017

RESPETO

Rafael Carela Ramos Desde que empecé a tener uso de razón, escuché en mi entorno la palabra Respeto. El respeto a los padres y demás familiares; a los mayores; a los maestros y profesores; a los médicos; a las leyes; a las autoridades; a las demás personas. De acuerdo con varias fuentes consultadas, el respeto a los demás es una actitud permanente, de palabra y de hechos, y una forma de vida donde la sinergia juega un gran papel. Respetar es una actitud recíproca, y para que se nos respete debemos empezar por el pilar fundamental, que es respetarnos a nosotros mismos. Desafortunadamente, sobre todo en los últimos tiempos, pese a los grandes esfuerzos que realiza en país por elevar la educación y la cultura de las personas, muchas personas en nuestro país no comprenden estas ideas, y por lo tanto no la practican, y caen en faltas de respeto de diversas formas, dando lugar a conflictos y problemas que no debieran tener lugar entre nosotros. Hay padres que no se preocupan realmente por la educación integral de sus hijos, por su conducta dentro y fuera del hogar. Y cuando se les informa de un hecho incorrecto cometido por alguno de ellos, lejos de jugar su papel de educador, explicándole el porqué no debe hacer lo que hizo, adoptan la actitud de confrontar o pelearse con la persona que da la queja. En estos tiempos de dificultades económicas en el país y otras partes del mundo, han aparecido nuevas figuras de irrespeto, que la sociedad cubana debe transformar, no solamente con medidas coercitivas, sino mediante un serio trabajo de inculcar o revivir conciencia acerca de este asunto. Si hay un lugar donde prolifera la falta de respeto, es en las colas. En las panaderías, bodegas y carnicerías esto ocurre de diferentes formas. Están los buena gente, que ponen delante de sí a amigos, vecinos o parientes; el que en la cola del pan, por ejemplo, compra con la tarjeta de alguien que acaba de llegar; tampoco falta el que pide el último al principio y no al final de la cola, o quiere comprar primero, por encima de los que están esperando su turno disciplinadamente. Estas indisciplinas sociales y falta de respeto a los demás, se manifiesta también en la cola de la guagua; en mercados ideales donde venden dulces de mucha demanda popular, que se compran en demasía, para después revenderlos; así como en otras actividades en las que la demanda está por encima de la oferta. Para no redundar, quiero referirme al trato en cafeterías y otros centros, donde las respuestas en relación con el producto ofertado, el precio o el vuelto, no siempre son las adecuadas, a lo que debo añadir que en ocasiones hay que reiterar los “buenos días”, porque el dependiente no responde, quien sabe por qué . El respeto es uno de los valores morales más importantes del ser humano, pues es fundamental para lograr una armoniosa interacción social. Una de las premisas más importantes sobre el respeto es que para ser respetado es necesario saber o aprender a respetar, a comprender al otro, a valorar sus intereses y necesidades. Recordar que el respeto es la paz y la buena convivencia en sociedad.

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