miércoles, 25 de septiembre de 2013

Rusia advierte que su apoyo a Siria no es incondicional

Destrucción. Un coche bomba en un barrio de Damasco dejó ayer al menos siete muertos y numerosos heridos./AP. Ayer un coche bomba dejó al menos siete muertos en Damasco. Foto: AP. Rusia hizo un sutil giro político y publicó su intención de aceptar que se mencione el famoso Capítulo VII de la Carta de Naciones Unidas en la resolución contra Siria, lo que permitiría adoptar duras sanciones o el uso de la fuerza en caso de violación de los compromisos adquiridos sobre la destrucción de su arsenal químico. Así, el gobierno de Vladimir Putin dio una nueva muestra de que no está dispuesto a sostener a cualquier precio al régimen de Bashar Al Assad, su socio en Oriente Medio. Esto se conoció el mismo día en que la Asamblea General de la ONU abrió sus sesiones con el candente tema de la crisis de Siria. La aceptación, no obstante, se hizo con ciertas condiciones. “El Capítulo VII sólo puede ser mencionado como una de las medidas o si alguien, da igual quién, usa armas químicas”, sostuvo el Canciller ruso, Serguei Riabkov. E inmediatamente precisó que “De ninguna manera se trata de adoptar una resolución bajo el Capítulo VII con una aplicación automática de sanciones, o menos aún de recurso a la fuerza”. Después de que rusos y estadounidenses acordaran hace diez días en Ginebra un plan para desmantelar el arsenal químico de Assad, los representantes diplomáticos de Rusia y sus pares de las potencias occidentales vienen discutiendo el contenido final de la resolución que debe ser adoptada en el Consejo de Seguridad de la ONU. Estados Unidos, Francia y Gran Bretaña quieren una resolución “vinculante”, lo que sería el caso si fuera adoptada bajo el capítulo VII. Rusia, por su parte, se opone a ello y reclama que las medidas previstas bajo ese capítulo sean eventualmente objeto de una segunda resolución, que se votaría en caso de violación de los anteriores compromisos por parte de Siria. En ningún caso la postura es inocente. Si es vinculante le permitiría a EE.UU. iniciar inmediatamente una acción directa en caso de incumplimiento. En cambio si no lo es habría que convocar a una nueva reunión del Consejo de Seguridad para tomar una decisión, y en ese cónclave las medidas sólo se adoptan si hay unanimidad. Justamente el presidente estadounidense Barack Obama hizo ayer en la Asamblea de la ONU una nueva referencia al tema. Pidió “una resolución sólida para verificar que el régimen de Assad mantiene sus compromisos”. Luego de reiterar que “Estados Unidos está preparado para usar todos los elementos en nuestro poder, incluyendo la fuerza militar”, Obama insistió en que fue el gobierno sirio quien utilizó los gases tóxicos: “Es un insulto a la lógica humana, y a la legitimidad de esta institución, sugerir que otros ajenos al régimen llevaron a cabo este ataque”. Si bien Rusia pone límites a EE.UU. y sus aliados sobre la resolución final, también le viene marcando el terreno al propio Assad. Sus ministros habían dicho en un par de oportunidades que si se comprobaba fehacientemente que el régimen utilizó las armas químicas, apoyarían una acción militar. Ahora lo vuelven a hacer al permitir que se cite el Capítulo VII, aunque sea sólo como una alternativa referencial. En forma paralela a esta discusión, la ONU confirmó que su equipo de inspectores regresará hoy a Damasco para continuar investigando el resto de las denuncias sobre el uso el uso de armas químicas. Además de la matanza en los suburbios de Damasco hubo otros casos, como el incidente de marzo en Jan al Asal.(Cubadebate) (Con información de DPA)

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