lunes, 7 de octubre de 2013

El crimen de Barbados...

TERRORISMO DE ESTADO MADE IN USA CONTRA CUBA RAFAEL CARELA RAMOS El 6 de octubre de 1976, hace 37 años, terroristas venezolanos y cubanos aupados por el Gobierno de Estados Unidos, sabotearon un avión de Cubana de Aviación en pleno vuelo, en Barbados, causándoles la muerte a 73 personas inocentes. De las víctimas, 57 eran cubanos, incluyendo al equipo juvenil de esgrima, que había conquistado el triunfo en el recién celebrado Campeonato Centroamericano de la disciplina, 11 guyaneses y cinco coreanos. Este hecho, el más doloroso y detestable emprendido contra Cuba en aquellos años, fue ejecutado por los contrarrevolucionarios venezolanos Freddy Lugo y Hernán Ricardo, cumpliendo indicaciones de los organizadores del horrendo crimen, los terroristas de origen cubano, Orlando Bosh Ávila y Luis Posada Carriles, el primero fallecido, y el segundo todavía pasea su impunidad por las calles de Miami. Posada Carriles poseía ya, desde 1961, un abultado historial al servicio de la CIA y aunque la agencia, dirigida entonces por George Bush (padre), reconoce solo “contactos esporádicos” con Posada en aquellos momentos, los hechos permiten afirmar que este terrorista constituía una pieza importante en el dispositivo operativo de la CIA en la región. Estados Unidos, que se arroga el derecho de incluir a Cuba en una lista de países promotores del terrorismo, tiene una larga e injustificable historia de actos de terrorismo contra este país y otras partes del mundo. A juicio de observadores objetivos, es absurdo que EE.UU. continúe con su política de incluir a Cuba en una lista de países que patrocinan el terrorismo, en tanto es la isla la que ha sido víctima de la política agresiva de USA, manifestada en incontables acciones terroristas organizadas en Estados Unidos o procedentes de allí, convirtiendo a esa nación en un terrorista de estado fuera de lista o control. Desde los inicios de la Revolución, los grupos contrarrevolucionarios financiados y entrenados por la Agencia Central de Inteligencia (CIA) norteamericana, concibieron y realizaron numerosos actos terroristas que han costado valiosas vidas y cuantiosos recursos a Cuba. Asimismo planearon diversas acciones para eliminar físicamente al Comandante en Jefe Fidel Castro y a otros dirigentes de la Revolución. En su obcecación por destruir la Revolución cubana, EE.UU. ha empleado diversas formas de terrorismo anticubano, entre las que se encuentran alentar el secuestro y la piratería de aeronaves cubanas; organización de bombardeos; abstecimiento de armas y explosivos a bandas de alzados; plan de asesinato a dirigentes cubanos; invasión mercenaria por Playa Girón; ataques biotecnológicos, y guerra económica, por mencionar las principales. Varios sitios de la Web detallan algunas de las principales acciones terroristas contra la isla, perpetradas por elementos cobijados en Estados Unidos. Una de las primeras expresiones de esta política contra Cuba fue, precisamente, incentivar el secuestro y la piratería de aeronaves, que se convirtió en una nueva modalidad de terrorismo en el mundo y a la vez en un arma política contra Cuba, porque los secuestradores han sido recibidos desde entonces como “refugiados políticos” en territorio norteamericano. Los archivos históricos recogen unos 60 secuestros de aeronaves o intentos a partir de aquellos años. Pocos años después, aquel fenómeno fabricado por el imperialismo norteamericano se volvió contra ellos, porque estimuló el desvío hacia Cuba de decenas de aviones civiles norteamericanos de pasajeros, asunto que el Estado cubano al final resolvió sancionando a 69 aeropiratas y devolviendo a dos secuestradores en 1980 a los EE.UU., lo que detuvo en lo adelante aquella peligrosa práctica. Una política de terrorismo de Estado fue la tolerancia, desde territorio norteamericano, entre 1959 y 1960, de más de 50 bombardeos con explosivos y fósforo vivo contra centrales azucareros cubanos y áreas urbanas pobladas, por parte de avionetas que salían y regresaban impunemente a su país o que organizó el crimen más alevoso de aquellos primeros años, a manos de la CIA, como fue la voladura del barco La Coubre en el Puerto de La Habana, en marzo de 1960, donde perdieron la vida 101 obreros cubanos, entre ellos algunos de nacionalidad francesa. Los planes de asesinato a dirigentes cubanos, en especial el del líder histórico de la Revolución, Fidel Castro – más de 600 intentos- fue un terrorismo autorizado por la CIA, la que organizó una denominada “unidad ejecutiva” en esa agencia de subversión, en 1960, para tratar de lograr tales propósitos.. La invasión a Playa Girón en 1961, financiada y organizada por el Gobierno de USA, que sembró el terror y causó muchas muertes antes de ser derrotada, así como la operación subversiva de gran alcance llamada Mangosta, entre 1962 y 1963, que causó muchas muertes inocentes con miles de sabotajes, fueron actos de terrorismo de estado anticubano. En la década de los años 90, alentados por el derrumbe del campo socialista, las organizaciones contrarrevolucionarias intensificaron y continuaron desarrollando impunemente, desde territorio de Estados Unidos y otras bases de operaciones en Centro América, numerosas acciones violentas contra Cuba y sus dirigentes, en particular contra Fidel y la industria turística. La variante del empleo de mercenarios centroamericanos, actuando desde esos países, pero financiados desde Miami, para sembrar el terror en las instalaciones turísticas cubanas sería una nueva idea propuesta entonces por Luis Posada Carriles desde El Salvador, la que fue aceptada de inmediato por la FNCA y sus cómplices en la administración de Estados Unidos, ya entrada la década de los años 90. En 1997 explotaron las bombas en varios hoteles de La Habana y en dos empresas turísticas cubanas en el extranjero. Uno de estos actos monstruosos cegaba la vida del joven turista italiano Fabio di Celmo. Los planes magnicidas contra el presidente de Cuba no cesaron ni por un momento. En todos formaría parte el criminal Posada Carriles. Pocos años después del intento de asesinato de Fidel en la Cumbre Iberoamericana en Panamá, en el año 2000, sería indultado junto a otros cómplices gracias al dinero de la mafia cubana y el Gobierno norteamericano. El bloqueo económico, comercial y financiero de Estados Unidos contra Cuba, que dura ya más de 50 años, es otra forma de terrorismo contra la isla, con el objetivo de derrocar la Revolución y poner de rodillas a nuestro pueblo. Este bloqueo, que ha sido rechazado por la comunidad internacional en la ONU, en 21 ocasiones consecutivas, por ser violatorio del Derecho Internacional, ha costado al país más de 975 mil millones de pesos y enormes carencias y sufrimientos que no se pagan con ningún dinero. Por esta cadena interminable de actos terroristas, Estados Unidos, debería ser el primero en encabezar la lista de ejecutores de y promotores del terrorismo en el planeta. Entonces mundo marcharía al derecho.

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