lunes, 14 de octubre de 2013

NO AGREDIR LA TELEFONÍA RAFAEL CARELA RAMOS La telefonía acompaña a la sociedad moderna, junto con otros adelantos científico- técnicos, sin los cuales no se concibe la vida actual, caracterizada por la premura y la necesidad de comunicación en los ámbitos personal, familiar y social. Por eso es una prioridad de todos los países realizar inversiones en este sector, y modernizarlo de acuerdo a las posibilidades económicas y financieras de cada uno. Cuba no está ajena a esta necesidad y por ello viene dedicando considerables recursos a este propósito, en el que se incluye ampliar y elevar la calidad de la telefonía en la provincia de Santiago de Cuba. Sin embargo, contrariamente a estos esfuerzos, hay personas que se dedican a robar y realizar actos de vandalismo contra la telefonía, afectando la economía del país y la provincia, el servicio de la planta exterior y la telefonía pública. Según informe del Departamento Comercial y de Mercadotecnia de la Empresa, los elementos que básicamente son objeto de hurto o vandalismo son el alambre de cobre, los fusibles de cajas conectoras, el bajante telefónico y las cápsulas receptoras de los teléfonos públicos. Este fenómeno tiene lugar en algunos de nuestras comunidades, donde contradictoriamente, en las rendiciones de cuenta del delegado a sus electores, se hacen planteamientos sobre la necesidad de ampliar el servicio de la telefonía, sin tener en cuenta que para tener, lo primero que debemos hacer, es cuidar. Como medidas de prevención vienen realizándose barrios debates y otras acciones, en los que se explica la importancia de que cuidemos estos recursos, por lo costoso que son y la utilidad que tiene para todos.

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