Día Internacional de la Infancia

POR UN MUNDO AL DERECHO

RAFAEL CARELA RAMOS

El Día Internacional de la Infancia  se celebra en todas las latitudes  en distintas situaciones y con  diferentes matices, pero con un denominador común: en un mundo que marcha al revés de cómo debía ser.

En esta ocasión, como en los últimos años, la humanidad se debate en una crisis económica global, protestas multitudinarias en muchos países, guerras, hambre y desesperanza , en que la principal víctima son los niños.

Todos los días, noticias e informaciones de los padecimientos y carencias de los infantes, incluso en países desarrollados, golpean la conciencia de personas honradas, indicándonos que debe haber un cambio en lo que está pasando, pues por ese camino está en riesgo la propia existencia del ser humano.

En el Artículo 27 de la Convención sobre los Derechos de los Niños, aprobada en 1989 por todos los países, excepto Somalia y Estados Unidos, se expresa que tienen derecho a un nivel de vida adecuado para su desarrollo físico, mental, espiritual, moral y social. Loa padres son responsables de que tengan lo necesario para vivir de una forma digna ( vivienda, alimentación y vestuario, entre otros)…

Del mismo modo, en el Artículo 24 del documento se hace énfasis en derecho que tienen los niños, niñas y adolescentes a disfrutar del nivel más alto de salud, que incluye agua potable, buena higiene y alimentación, y recibir atención médica cuando la necesite; y en el Artículo  28, señala además del derecho a la educación, de un trato adecuado y digno en la escuela, con una Educación Primaria  obligatoria y gratuita, así con oportunidades para ascender a la Secundaria y otros niveles de enseñanza, entre otros derechos.

Sin embargo, el informe sobre el Estado Mundial de la  Infancia 2012, el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) apunta que más de mil millones de pequeños padecen de privaciones, sin posibilidades de disfrutar de derechos  básicos.

Las naciones pobres de Asia y África son duramente golpeadas por estos males, como en el Sahel africano, la zona que va desde al Atlántico hasta el Mar Rojo, donde este año 1 millón de  niños puede morir de malnutrición.

En esas naciones millones de niños viven en casas destartaladas, ubicadas en asentamientos insalubres, donde los brotes de sarampión diarreas y tuberculosis, por mencionar algunas enfermedades, son cada vez más frecuentes.

Lo mismo puede decirse de la educación, ya que desde 2008 hasta la fecha, 67 millones de niños en edad de primaria  permanecen sin escolarizar. El  53 %, son niñas. 

A esto hay que agregar que millones de infantes en todo el planeta son obligados a trabajar largas jornadas en operaciones que muchas veces exceden sus potencialidades físicas, así como que son utilizados como esclavos domésticos o sexuales.

 Pero, quizás, lo más lamentable, es que más de 300 000  de pequeños participan en  conflictos armados, para grupos gubernamentales o insurgentes, especialmente en  Afganistán, Burundi, Costa de Marfil, Iraq, Chad, Somalia y Sudán, por citar ejemplos.

El panorama en América Latina es parecido, con millones de niños malnutridos, analfabetos y padeciendo enfermedades evitables, fenómenos de los cuales no se excluye EE.UU., donde cientos de miles de niños negros y de origen hispano viven en semejante situación.

En Cuba existen razones para celebrar la efeméride con optimismo, ya que aunque somos pobres y bloqueados por USA, nuestros niños y niñas están libres de todos estos graves males, gracias a los esfuerzos del Gobierno y el pueblo  cubanos, que no reparan en  dedicación y atenciones  por hacer de ellos, verdaderamente, los hombres y mujeres del mañana que necesita nuestra sociedad socialista, todo lo cual permite que el 99,4 % de  los infantes de este país alcance los primeros cinco años de vida, cifra que está entre las mejores del mundo, con la garantía de sus derechos vitales asegurados.  

Esta labor ha sido reconocida por José Juan Ortiz, representante de UNICEF en este país, quien la ha citado como ejemplo del bien hacer por la niñez, calificándola, en su informe del 2011, de estar a la vanguardia en la región.