BACARDÍ
PIRATAS DEL
SIGLO XXI
RAFAEL
CARELA RAMOS
En un acto
de piratería, como en los tiempos de los piratas Barba Negra y Francis Drake, la compañía Bacardí pretende apropiarse de la
marca Havana Club, en Estados Unidos.
Al amparo
de la aplicación de la norteamericana Sección 211, que despoja a este país de
su legítimo derecho, Bacardí se arroga
la atribución de comercializar allá un ron
hecho fuera de Cuba, con la reconocida marca del ron cubano.
La Sección 211, según explicación de la Presidencia de la Corporación Cuba
Ron S.A. a la prensa, es “una norma que impide que titulares cubanos y
sucesores en interés de nacionales
cubanos, puedan contar con el reconocimiento
y disfrute en territorio
estadounidense de sus derechos sobre marca o nombre comerciales”.
Desde enero
del 2002, tenía lugar una disputa
judicial entre Bacardí y Cuba Ron, en la que Cuba defendía su derecho de
mantener la titularidad de la marca, registrada en EE.UU. desde hace más de 30
años.
Pero la Corte Suprema de USA denegó finalmente
la posibilidad de renovar a su favor el registro de Havana Club, dejando
expedito el camino para la consecución del despojo, con lo cual ese país “ha incumplido el Convenio de Paris
sobre la Propiedad Intelectual,
existente desde 1983”.
“Ha sido una
secuencia de violaciones e incumplimientos, de los cuales este episodio es el
definitivo y quizás el más grave”, opinó al respecto Abelardo Moreno,
viceministro de Relaciones Exteriores de Cuba.
La decisión
del Gobierno de EE.UU. pone en riesgo la protección de unas 6 000 marcas de
empresas de su país, registradas en Cuba, por el hecho de satisfacer los
intereses de un grupo reducido de
políticos y empresarios nucleados alrededor de la Compañía Bacardí,
aliada de la anticubana Fundación Cubana Americana.
La posición
de la isla ha sido respaldada por Venezuela, Nicaragua, Argentina, Uruguay,
Chile, República Dominicana, Paraguay, Brasil, y Bolivia, entre otros, mientras
Havana Club continúa comercializándose en 130 países.
La
representación permanente alterna de Cuba ante la Organización Mundial del Comercio (OMC)
calificó la conducta estadounidense de “negligente e injusta”, y al hecho como
“piratería”. “Resulta inaceptable que en el seno de la organización que dio
origen al acuerdo de la OMC
sobre los Aspectos del Derecho de Propiedad Intelectual relacionado con el
comercio, permanezcan impunes estas violaciones”, dijo.
Bacardí se
ha robado la marca de Havana Club en Estados Unidos, pero no el ron, que sigue
siendo cubano por su origen, materia
prima y maestros roneros que participan en su producción.
Cuba
advirtió que seguirá, junto a sus colegas y socios de la firma francesa Pernord
Ricard, denunciando por todas las vías esta arbitrariedad, reservándose el
derecho de tomar todas las medidas que sean necesarias en este caso.
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