lunes, 18 de junio de 2012


BACARDÍ
PIRATAS DEL
SIGLO XXI
RAFAEL CARELA RAMOS
En un acto de piratería, como en los tiempos de los piratas Barba Negra y Francis Drake,  la compañía Bacardí pretende apropiarse de la marca Havana Club, en Estados Unidos.
Al amparo de la aplicación de la norteamericana Sección 211, que despoja a este país de su legítimo derecho,  Bacardí se arroga la atribución de comercializar  allá un ron hecho fuera de Cuba, con la reconocida marca del ron cubano.
La Sección 211, según explicación de la Presidencia de la Corporación Cuba Ron S.A. a la prensa, es “una norma que impide que titulares cubanos y sucesores  en interés de nacionales cubanos, puedan contar con el reconocimiento  y disfrute  en territorio estadounidense de sus derechos sobre marca o nombre comerciales”.
Desde enero del 2002, tenía lugar  una disputa judicial entre Bacardí y Cuba Ron, en la que Cuba defendía su derecho de mantener la titularidad de la marca, registrada en EE.UU. desde hace más de 30 años.
 Pero la Corte Suprema de USA denegó finalmente la posibilidad de renovar a su favor el registro de Havana Club, dejando expedito el camino para la consecución del despojo, con lo cual  ese país “ha incumplido el Convenio de Paris sobre la Propiedad Intelectual, existente desde 1983”.
“Ha sido una secuencia de violaciones e incumplimientos, de los cuales este episodio es el definitivo y quizás el más grave”, opinó al respecto Abelardo Moreno, viceministro de Relaciones Exteriores de Cuba.
La decisión del Gobierno de EE.UU. pone en riesgo la protección de unas 6 000 marcas de empresas de su país, registradas en Cuba, por el hecho de satisfacer los intereses  de un grupo reducido de políticos y empresarios nucleados alrededor de la Compañía Bacardí, aliada de la anticubana Fundación Cubana Americana.         
La posición de la isla ha sido respaldada por Venezuela, Nicaragua, Argentina, Uruguay, Chile, República Dominicana, Paraguay, Brasil, y Bolivia, entre otros, mientras Havana Club continúa comercializándose en 130 países.
La representación permanente alterna de Cuba ante la Organización  Mundial del Comercio (OMC) calificó la conducta estadounidense de “negligente e injusta”, y al hecho como “piratería”. “Resulta inaceptable que en el seno de la organización que dio origen al acuerdo de la OMC sobre los Aspectos del Derecho de Propiedad Intelectual relacionado con el comercio, permanezcan impunes estas violaciones”, dijo.
Bacardí se ha robado la marca de Havana Club en Estados Unidos, pero no el ron, que sigue siendo cubano  por su origen, materia prima y maestros roneros que participan en su producción.
Cuba advirtió que seguirá, junto a sus colegas y socios de la firma francesa Pernord Ricard, denunciando por todas las vías esta arbitrariedad, reservándose el derecho de tomar todas las medidas que sean necesarias en este caso.

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