Asfaltando
POR UNAS CALLES
LIMPÌAS Y MÁS VIABLES
RAFAEL
CARELA RAMOS
Fotos:
Jorge Luis Guibert
Por estos
días, Ana María está contenta porque asfaltaron la calle donde vive, así como
las demás del barrio, y ahora puede ir a comprar su “balita” de gas en el
punto de venta, carretilla en mano, con menos
trabajo y más facilidad.
Ya no es
como antes, cuando la calle estaba con baches y hoyos, y se dificultaba en
extremo el paso con la carretilla para hacer sus compras en la bodega, y el
viento le cubría la casa de polvo.
Como ella,
otras personas aprecian ese y otros trabajos que se están realizando en el centro
histórico de Santiago de Cuba, que le van dando una imagen diferente a esta parte
de la ciudad, que se empeña en recuperarse, poco a poco, de los daños que le causara el huracán
“Sandy”, el pasado mes de octubre.
El esfuerzo es grande, no sólo por la ardua labor de quienes tienen la
responsabilidad de llevarla a cabo, sino porque
garantizar los materiales que se
utilizan requiere de trabajo y previsión de no pocas personas.
En
conversación con Eduardo Morales,
especialista principal de la Dirección de Ingeniería
de la Empresa Constructora
ECOING 24, de Santiago de Cuba, conocimos que, por ejemplo, los áridos hay que
resolverlos en Bayamo, así como en
Yarayabo, Palma Soriano, y la
planta de El Alambre, en San Luis.
“Desde hace
unos años se viene haciendo esta labor, Sólo en lo que va de año, hasta el 19
de febrero –precisa el ingeniero Morales-, hemos consumido 3 731 toneladas de
asfalto, por parte del contingente santiaguero José Maceo, de las 19
090 que tenemos asignadas para el año, a lo que debe agregarse unas 2 mil toneladas
por un contingente guantanamero que trabajó aquí, elevando la cifra a 5 731
toneladas, que representan más de nueve kilómetros de calles asfaltadas”.
Desde el
punto de vista financiero, añade el funcionario, la inversión alcanza los más de 900 mil pesos,
que se unen a las decenas de millones de
pesos que requieren los trabajos de construcción y reconstrucción de viviendas,
reparación de cubiertas,
arreglo de
viales, recuperación de las pérdidas del sistema ecológico y otros daños causados por el huracán en la provincia de
Santiago de Cuba, que se renueva con espíritu de victoria.
Ahora nos toca
a todos cuidar lo que se está haciendo.
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