miércoles, 4 de enero de 2012

CUANDO LE MIRAS A LOS OJOS, DESCUBRES LA TRISTEZA

RAFAEL CARELA RAMOS
Cuando le miras a los ojos, aunque sonría, descubres la tristeza. Y es que Robertico, un niño santiaguero, no entiende por qué tiene que tener la cabeza rapada; por qué las inyecciones todos los días; y porqué no puede salir a jugar con otros niños.
Robertico está ingresado en el hospital oncológico infantil santiaguero por padecer de ese terrible mal, y llegamos allí a entregarles los regalos de  un colectivo de trabajo, como un medio para alegrar un poco la vida que transcurre allí, con el silencio de la incertidumbre sobre lo que deparará el futuro.
Esto se acentúa porque el bloqueo económico, comercial y financiero de Estados Unidos contra Cuba, da lugar a que los médicos no cuenten con el medicamento indicado para cada caso, ya que EE.UU. es el único que lo fabrica y posee, y esa medida impide su comercialización a la Isla, hecho que se repite desde hace casi 50 años, con lo cual se ha afectado a la economía cubana en más de 975 mil millones de dólares.
El caso me hizo recordar  un despacho de la agencia PL, a finales del recién pasado mes de diciembre del 2011, en el que leí unas declaraciones del presidente  ecuatoriano Rafael Correa, en las que reiteró su enérgica condena al bloqueo que mantiene EE.UU.contra Cuba, el que calificó de atentado al Derecho Internacional y a los derechos humanos de los cubanos. 
Dijo Correa que “es  imposible analizar la realidad cubana haciendo abstracción de un bloqueo”, y reiteró que ese cerco de hace 50 años se aplica también a medicinas para la población cubana, de lo cual nadie dice nada, ni la Comisión Interamericana de Derechos Humanos o viaja a Washington a reclamar por aquello”·
Eso obliga al país, a hacer sobre importaciones de medicamentos, en otras regiones del mundo, con el consiguiente incremento de gastos, sin que siempre tengan la efectividad que necesita el enfrentamiento a ese mal; a los médicos a hacer lo que puedan sin contar con todo lo que deben; y a prolongar el sufrimiento de familiares y pacientes.
Yo he conocido casos en que un niño no ha podido salvarse por la carencia de un determinado medicamento, vedado para nosotros, no sólo por ser fabricado en USA, sino también en terceros países, donde son producidos por filiales de esa nación.
Así es el bloqueo: no sólo afecta la economía, sino atenta contra el mantenimiento de la salud y la preservación de la vida de los cubanos.

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