RAFAEL CARELA RAMOS
Durante el proceso judicial contra los Cinco, se cometieron numerosas arbitrariedades y violaciones por parte de las autoridades judiciales de Estados Unidos, con la complicidad y el apoyo de políticos y de la prensa de Miami.
Como parte del papel de la prensa, un grupo de periodistas miamenses recibió dinero por escribir contra los Cinco, contribuyendo a crear un clima contrario a Cuba y los acusados cubanos que serían juzgados en la corte de ese distrito.
Así, antes, durante y después del juicio, esos periodistas recibieron gruesas sumas de dinero. En esa deleznable tarea, estos mercenarios de la pluma, mintieron, amenazaron, alarmaron, deformaron la realidad y crearon un clima de histeria propicio para su condena .
De este modo, Pablo Alfonso recibió desde febrero de 1999 hasta agosto del 2007, 252 325 dólares; Ariel Remus, hasta noviembre del 2006, 24 350 dólares; Wilfredo Cancio, 21 800 dólares; Enrique Encinosa, desde octubre del 2000 hasta septiembre 2001, 10 400 dólares; Julio Estorino, desde octubre 2002, hasta enero 2004, 14 950 dólares; Enrique Patterson, 135, 350 dólares , desde noviembre 2002 hasta junio 2007; Alberto Muller, desde octubre 2004 hasta marzo 2010, 38 571 dólares, según documento publicado por el periódico Liberation.
El grupo, y otros menos connotados, formaron parte de la llamada "cuadrilla de periodistas pagados", que haciendo dejación de la ética y fieles a su vocación de dinero ante todo, se prestaron y condenaron a los Cinco antes del juicio, y contribuyeron a que este proceso tuviera más un cariz de venganza política que de justicia.
Este hecho, forma parte de de los argumentos de la Defensa para solicitar el Habeas Corpus para Gerardo Hernández, como prueba real de que Miami no era el mejor lugar para celebrarle un juicio justo.
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