RAFAEL CARELA RAMOS
Con resultados superiores en la producción de alimentos al año precedente, Cuba cerró el 2011 con renovados impulsos, pese al bloqueo de EE.UU. y a la crisis económica-financiera que afecta prácticamente a todos los países del planeta.
Se destacaron en este empeño, el sector agropecuario, con el 2 % de crecimiento; el comercio, el 5 %; la industria manufacturera, con el 2,7 %; y la industria azucarera, el 5.29 %.
Esto influyó en el crecimiento del producto Interno Bruto (PIB) del país, a precios constantes, que fue de 2,7 %, inferior al 3.0 % planificado, como informó el ministro de Economía y Planificación, Adel Yzquierdo Rodríguez., pero superior al del año 2010, que fue 1,9 %..
Cabe destacar también, en estos resultados económicos, el incipiente pero estratégico papel de la puesta en práctica del arrendamiento de tierras en usufructo, que de acuerdo con cifras oficiales, ya alcanzan 1,4 millones de hectáreas, a unos 150 000 agricultores privados, que ya tienen en producción entre el 70% y el 80 % de estas tierras, antes ociosas, con su correspondiente aporte al fondo productivo de la nación.
No obstante, aún existen insuficiencias que entorpecen el buen desarrollo de la producción de alimentos y que provocan egresos de recursos no planificados, perjudiciales para la actualización de nuestra economía, los incumplimientos el año pasado de la producción de carne vacuna y de cerdo, leche de vaca, frijoles, maíz, café y cítricos, lo que obligó a realizar importaciones adicionales por un valor de 48 millones 875 mil dólares, gasto no previstos en el plan del año, según se dio a conocer en la última sesión del Parlamento cubano.
En la provincia de Santiago de Cuba se cumplieron 11 de los 13 reglones en la producción de alimentos, tales como el de las viandas, hortalizas y vegetales, carne de cerdo, carne de ave; miel, que desde hacía unos años no se cumplía, y frijoles; mientras se incumplió la producción de huevos y de cítricos.
En la producción general con destino a la exportación ( azúcar crudo, café y bebidas alcohólicas), se sobrecumplió en un 19,7 %.
Estos datos, a nivel del país y de la provincia, son alentadores, pero no satisfacen las necesidades y demandas de la población, que espera que los avances y cumplimiento de planes productivos hagan acto de presencia en la mesa.
Junto al aumento de la producción, se precisa elevar los niveles de eficiencia y productividad; el cumplimiento estricto de los términos de la contratación entre las partes; y estimular justamente a los productores, con el pago a tiempo y en forma de sus cosechas.
Hay una mala experiencia repetida a lo largo de estos años, y es la pérdida de producciones de los campesinos que no son recogidas oportunamente por nuestras empresas estatales, con una u otra explicación, lo cual se da en muchos casos con las frutas, que después de embasadas, no se van a buscar por quienes corresponde y se echan a perder a la orilla de los caminos o en lugares apartados, con pérdidas y disgustos para unos y otros, porque lo esencial es hacerla llegar a manos de los consumidores.
Pero lo más negativo en el empeño de salir adelante en este propósito, es el incumplimiento de los compromisos contraídos por parte de los productores con las empresas, en cuanto a la entrega de productos acordada, así como el no pago a tiempo de las empresas a los productores.
Con la transformación de nuestras trabas burocráticas, las deficiencias organizativas, e insuficiencias productivas que lastran nuestro quehacer diario, lograremos alcanzar en el propósito de avanzar en la producción alimentos, que aún cuando lo alcanzado en el 2011 permitió planificar 50 millones de dólares menos en las importaciones de este sector, aún el país debe gastar 1 717 millones de dólares en el presente año 2012.
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