miércoles, 8 de febrero de 2012

La palabra es para decir la verdad, no para ocultarla

RAFAEL CARELA RAMOS 
La palabra es para decir la verdad,  no para ocultarla. Este pensamiento martiano caracterizó la Asamblea Provincial de la Unión de Periodistas de Santiago de Cuba, efectuada en el teatro Heredia de esta ciudad.
Desde el primer colega que intervino, el pleno hizo suya esta idea, con la exposición de nuestras principales fortalezas y las  insuficiencias que todavía lastran el quehacer de la prensa en el territorio.
La reafirmación del comprometimiento  con la defensa de la Revolución, como parte de ella misma y el pueblo que la lleva adelante, fue la posición asumida por los presentes, como un hecho de lealtad de los periodistas cubanos que se ha manifestado a lo largo de los más de 50 años de existencia de la Revolución cubana.
No faltaron, sin embargo, las voces que reconocieron cuánto debemos continuar esforzándonos para hacer el periodismo eficiente que reclaman estos tiempos de lucha de ideas, en medio de las complejas circunstancias internacionales y las limitaciones económicas que ha debido enfrentar el país.
Se habló nuestras limitaciones, de la necesidad de esforzarse por la autosuperación, por la preparación adecuada de los profesionales de la prensa, asignatura pendiente aún, al tiempo de que es preciso romper las trabas que dificultan la más amplia y oportuna información a la población, cuestión a la que no siempre contribuyen las fuentes informativas, algunos de cuyos directivos se arrogan el derecho de negarla, contradiciendo las indicaciones que en este sentido ha emitido la máxima dirección del Partido y el país, acerca de que estar debidamente informado es un derecho del pueblo.
La atención a los periodistas en todos los sentidos y a la prensa en general, en la medida de lo posible,  también mereció la atención del plenario, sin dejar de reconocer los esfuerzos que en este aspecto ha venido realizando la Unión de Periodistas de Cuba, el Gobierno y las direcciones de los medios.
“En esta asamblea hemos aprendido de todos los que hablaron”,  manifestó uno de los que intervino, sobre todo, a estar conscientes de lo que nos falta, para poder cumplir con eficiencia nuestro papel de soldados de la pluma.
Fue un encuentro en el que primó el espíritu autocrítico de los presentes, a sabiendas de que el camino de la prensa cubana exige de trabajo y superación, de valentía e inteligencia, pero que al final les espera la satisfacción de haber contribuido al éxito de un proyecto social signado por el ideal de alcanzar la justicia para todos.

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