RAFAEL CARELA RAMOS
Como parte de la nueva política
de subsidiar a personas y no a productos, el Gobierno cubano lleva a cabo
un programa de subsidio a las personas y
familias de escasos recursos para la construcción o reparación de sus viviendas.
El requisito para acceder al
subsidio es, tal y como indica el Decreto que lo pone en práctica, es demostrar
“ que por falta de solvencia económica no pueden pegar el precio actual de los
materiales de la construcción o la mano de obra para ejecutar las acciones
constructivas.
A partir del comienzo de esta
medida en el 2012, varios miles de
personas han sido beneficiadas en el país, elevándose el monto total a cientos de millones de
pesos entregados a la población.
En Santiago de Cuba han sido
aprobados 1 192 casos de los 1 242
presentados, hasta el cierre del mes de junio, derogándose 50 de estos por
diferentes causas por las que no
cumplían los requisitos establecidos. El importe de subsidios es de 20 034 797.69 pesos.
De acuerdo con un informe del
Consejo de la
Administración Municipal, actualmente hay 1 068 cuentas aperturazas con un monto de 18 678 246.71 pesos de los que se han ejecutado hasta ahora más
de 6 millones de pesos.
De los subsidiados, 164 son
de antes del paso del huracán “Sandy” y
1 028 después de paso del huracán.
En la provincia de Santiago
de Cuba, azotada brutalmente por ese huracán
en octubre del 2012, se aplica
esta medida y otras variantes a los afectados por el devastador el fenómeno
metereológico.
En correspondencia con lo
dispuesto en el Decreto que autoriza la entrega de subsidios, el dinero sale de
la venta de materiales de la construcción cuya oferta liberada es sobre la base
de precios comerciales.
En la actualidad se realizan
esfuerzos para que no falte la presencia
de materiales de la construcción, que
aunque ha mejorado, todavía no se comporta
como se espera y necesita el país, y de
acuerdo con los recursos monetarios
entregados a la población.
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